¿Qué es?, Síntomas y Tratamiento.
La disfunción del suelo pélvico es el principal causante de problemas como la incontinencia urinaria, el llamado dolor pélvico y hasta el prolapso de los órganos pélvicos. Es una de las problemáticas que, aunque los hombres no estén exentos de ella, afecta en mayor medida a las mujeres y trae como consecuencias repercusiones psicológicas, limitación de autonomía y reducción de la autoestima.
Es un trastorno de gran importancia y a la vez poco reconocido a nivel social ya que puede ser un tema avergonzado para discutir. Sin embargo, su reconocimiento es vital para poder hacer los tratamientos pertinentes y no sufrir sus dolorosas consecuencias.
En este artículo te contamos todo sobre la disfunción del suelo pélvico, que es, las causas, las consecuencias, los tipos y lo más importante cómo prevenirlo y tratarlo.
¿Qué es la disfunción del suelo pélvico?
La cavidad abdominal en su parte inferior está cerrada por un grupo de músculos que forman el “suelo pélvico”. Su principal objetivo es sostener los órganos más próximos a él que son: la vejiga, el recto, el útero y la vagina.
La disfunción del suelo pélvico consiste en pérdida de la fuerza, pérdida del control y contracciones involuntarias de este grupo de músculos y de los adyacentes, lo que provoca un cambio en la forma que se producen los movimientos intestinales y dolores intensos que pueden llegar a sentirse en la ingle, las piernas y la espalda.
Tipos de disfunción del suelo pélvico
Entre los tipos de disfunción de suelo pélvico encontramos los siguiente:
- La incontinencia urinaria, fecal y de gases
- Prolapso de los órganos pélvicos
- Rectocele
- Síndrome Levator
- Proctalgia Fugaz
- Neuralgia Pudendal
Incontinencia urinaria, fecal y de gases
Cuando se debilitan los músculos del suelo pélvico, no se puede controlar de manera eficaz los esfínteres lo que trae como consecuencia fugas accidentales de heces, gases o de orina. De la misma forma, se puede producir la sensación de no haber evacuado completamente lo que obliga a la persona a ir al baño frecuentemente en poco tiempo.
Prolapso del recto, vejiga o útero
Es un trastorno menos frecuente que el anterior y la mayoría de las veces se debe a causas mayores como partos o cirugías. En este caso los músculos de la pelvis no cumplen la función de servir de soporte y sujetar a los órganos, de modo que la vejiga, el útero o el recto pueden llegar a salir por el ano o la vagina.
Rectocele
Consiste en bultos que se crean en la pared frontal del recto por lo que las heces pueden quedar atrapadas evitando que el paciente evacúe completamente. A medida que los rectoceles van creciendo pueden provocar fugas de heces luego de una evacuación intestinal.
Síndrome de Levator
Consiste en espasmos que ocurren en los músculos del suelo pélvico luego de movimientos intestinales. Provoca en los pacientes presión y dolor en el recto que puede durar períodos prolongados. Por lo general, los síntomas empeoran en las posiciones de sentado o acostado.
Proctalgia Fugaz
La proctalgia fugaz no es más que dolores fuertes y repentinos en el recto que puede durar varios minutos y que aparece en intervalos frecuentes. En algunos casos puede llegar a ser tan fuerte que despiertan al paciente del sueño profundo.
Neuralgia Pudendal
La neuralgia pudendal es menos frecuente y se caracteriza por dolores neuropáticos crónicos que afectan el territorio sensorial del nervio localizado desde el clítoris o pene hasta el ano (nervio pudendo).
¿Por qué sucede? Cómo saber que tienes debilitado el suelo pélvico
Existen varias causas de disfunción del suelo pélvico tales como un parto, una cirugía o diferentes patologías como la endometriosis, la fibromialgia y la cistitis intersticial.
Los síntomas comienzan a aparecer poco a poco y si no se toman medidas se pueden ir fortaleciendo a lo largo del tiempo. Alguno de los malestares son: dolores en zona abdominal y espalda, excesiva tensión en el Suelo Pélvico, pesadez bajo vientre, molestia o dolor en la parte inferior de la pelvis, fuerte dolor durante las relaciones sexuales y estreñimiento.
Diagnóstico
En caso de tener alguna de las patologías anteriormente mencionadas, se recomienda ir urgentemente al doctor para que haga un diagnóstico exhaustivo de la persona.
Para el correcto reconocimiento de la disfunción del suelo pélvico es necesario un exámen físico muy completo. Además, la función de los músculos y órganos involucrados en el proceso de los movimientos intestinales es muy compleja, por lo que para un buen diagnóstico es necesario hacer pruebas que por lo general las ordena un cirujano de colon rectal.
Algunas de las pruebas utilizadas para el diagnóstico de la disfunción del suelo pélvico son:
- Ultrasonido endorrectal: Proporciona imágenes de la estructura de la pelvis.
- Manometría anorrectal: El paciente tendrá que empujar y tensar los músculos de control para así evaluar la fuerza de los mismos y su funcionamiento.
- Electromiografía (EMG): Esta prueba puede requerir de agujas y pequeñas dosis de electricidad para así evaluar los nervios en el esfínter anal y el suelo pélvico.
- Estudio de tránsito colónico: Consiste en el estudio por rayos X del tránsito de las heces a través del colon lo que ayuda a identificar causas del estreñimiento y a localizarlas.
- Videodefecograma: Esta es una radiografía especial que intenta captar los momentos de movimiento intestinal y así poder llegar a la causa del debilitamiento del suelo pélvico.
Formas de prevenir y tratar el suelo pélvico
Antes de que continúes leyendo es importante aclarar que este artículo tiene un propósito informativo y que no se está recomendando a ningún paciente la práctica de los siguientes ejercicios o tratamientos. Antes de hacer alguno de ellos consulte a su médico.
El tratamiento de cada paciente se basa en dos puntos fundamentales, la causa de la enfermedad y la gravedad actual de la misma. Las intervenciones quirúrgicas se llevan a cabo en personas con padecimientos graves como por ejemplo para la extracción de grandes rectoceles o la reubicación de los órganos pélvicos. Por otro lado, los diferentes ejercicios y tratamientos tienen el objetivo de aliviar o reducir los síntomas de dolor pélvico.
Fortalecer suelo pélvico a través de técnicas manuales
Las técnicas manuales consisten en trabajar sobre las zonas musculares y articulares a través del tacto vaginal o intravaginal. Entre muchos otros tipos de masajes podemos encontrar el vaginal, el trasversal profundo o cyriax, el manual activo y, en el que nos vamos a enfocar a continuación, el perineal.
Masaje perineal
El masaje perineal se recomienda principalmente 1 mes y medio antes de dar a luz. Tiene el objetivo de aumentar la elasticidad perineal por lo que disminuye el riesgo de incontinencia urinaria luego del parto vaginal.
Para su correcta aplicación hay que proceder con un vaciado de vejiga, luego un profundo lavado de manos y por último colocarse de forma semi sentada en un lugar cómodo.
Se introducen de 2 a 3 centímetros de los dedos pulgares en la vagina y se hace una ligera presión hacia el ano. Luego se hace un suave balanceo como el de las agujas del reloj tomando como referencia los horarios de 9 a 3, ida y vuelta. La presión se ejerce hacia el ano y hacia afuera al mismo tiempo. Tiene una duración de 2 a 3 minutos.
En caso de infecciones vaginales, urinarias, varices vulvares y contraindicación para parto vaginal se evita este tipo de masaje.
Técnicas instrumentales
Las técnicas instrumentales consisten en el fortalecimiento del suelo pélvico con la ayuda complementaria de diferentes instrumentos muchas veces combinado con masajes u otros ejercicios. Estas técnicas además ayudan a mejorar la hipertonía y las adherencias del suelo pélvico.
Electroestimulación
Esta técnica se le recomienda específicamente a pacientes que no son capaces de contraer el músculo pélvico por sí mismo. Consiste en estimular la contracción pasiva de las fibras musculares mediante corriente eléctrica. Esta técnica está contraindicada durante el embarazo.
Conos
La instrumentación de los conos consiste en 5 conos de distintos pesos con una diferencia de 12 gramos entre cada uno. Es un ejercicio práctico muy parecido a cuando se intenta fortalecer cualquier otro músculo en el gimnasio, se comienza con el cono de menor peso y se va aumentando progresivamente. Estos conos se colocan un máximo de 15 minutos dos veces al día.
Bolas Chinas
Las bolas chinas no son más que dos bolas unidas por un cordón de silicona que tienen en su interior otra bola. Se introducen en la vagina y provocan un efecto vibratorio que aumenta el riego sanguíneo, la lubricación y el tono muscular.
Ejercicios de Kegel o contracción voluntaria del suelo pélvico
Los ejercicios de Kegel consisten en la contracción voluntaria del suelo pélvico con diferentes ritmos, pausas y en diferentes posiciones. Se utilizan habitualmente como prevención secundaria gracias a que se considera una intervención muy eficaz y de bajo riesgo.
Los principales objetivos cuando se pone en práctica este tipo de ejercicio es el aumento de la fuerza, la resistencia y la mejora de la coordinación muscular.
Antes de realizar los ejercicios de Kegel
Se debe hacer una reeducación del paciente y ayudarlo a reconocer los músculos perineales para que no se confundan con otros como son el recto abdominal, los glúteos y los abductores.
Es importante ser constante en la práctica diaria de este tipo de ejercicios con un mínimo de 10 minutos al día. En caso de sentir molestias abdominales o en la espalda, esto puede ser una señal de que no se están haciendo de manera correcta, es por ello que se deben hacer bajo supervisión al menos una vez por semana.
¿Cómo hacer los ejercicios de Kegel?
Los ejercicios se deben hacer con la vejiga vacía y con alta concentración para lograr que la inspiración coincida con la relajación. De forma general, se recomienda la práctica diaria en tres series con 12 ejercicios cada una.
La forma de variar la postura es opcional, pero es necesario abarcar durante el día las tres posturas principales, sentado, erguido y de cúbito supino.